Continuamente se escucha en los medios a políticos de relumbrón reclamar «diálogo»
sobre temas controvertidos y escabrosos. Lo indecente del asunto es que quien propone
un «diálogo» en realidad quiere decir: «te voy a contar como quiero que se
hagan las cosas y punto, no hay nada más que hablar sobre el tema». El tono y
las formas de reclamar «diálogo» son diáfanas, de dialogar nada, de imponer
todo, como mucho, intercambiar puntos de vista, pero sin ninguna voluntad de
profundizar en ellos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Acabo de descubrir este blog por casualidad y le he estado echando un vistazo.
Solo quiero decir que: gran trabajo, sigue asi!
Publicar un comentario