ARROZ FRITO A LA CANTONESA (O TRES DELICIAS)
El “arroz tres delicias” es una receta china que está tan presente entre nosotros que no es extraño encontrársela como primer plato en muchos restaurantes españoles, como plato precocinado de marcas famosas o incluso formando parte de los menús de las casas particulares de nuestro país.
Sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, lo que hemos hecho es “españolizar” el plato y adaptarlo a nuestra forma de ver la cocina. Bien por gusto, bien por desconocimiento de la receta original. El “arroz tres delicias” que solemos consumir los españoles es, básicamente, un arroz blanco al que se le añaden guisantes, jamón york y tortilla francesa en pequeños trozos. Pero, por muy rico que nos salga, lo cierto es que no sabe igual que el que preparan en los restaurantes orientales, aunque le añadamos salsa de soja.
Yo siempre me pregunté por qué y traté de buscar la receta original china, que no podía ser muy complicada, tratándose de cocina tradicional. Como suele ocurrir, me tropecé con cien mil versiones, cada una más heterodoxa que la anterior y todas afirmando ser “el auténtico arroz tres delicias”. Pero yo no quería las versiones occidentales de la “generación Thermomix”, quería saber cómo lo preparaba la abuela Cheng en sus fogones, así que seguí investigando.
De modo que me puse a bucear en libros de cocina especializados y páginas web cada vez más raras. Resultó que la cosa era tremendamente complicada. La base de la receta es el arroz frito, al que se le añaden diversos ingredientes, y parece que es común en Asia. A partir de ahí hay diversas variaciones regionales.
Lo que sigue es el resultado de lo que he ido entresacando aquí y allá y, sobre todo, de lo que he experimentado yo mismo en la cocina, que es la mejor forma de aprender. El resultado, según las personas que lo han probado, es indistinguible del que sirven en los restaurantes chinos, que en el fondo era lo que yo pretendía.
Lo primero que debéis hacer es cambiar el chip. Olvidáos de cómo os enseñó mamá a hacer el arroz tres delicias. Esta receta es parecida pero el método de elaboración es ligeramente diferente. En realidad, bastante diferente. Como de lo que se trata es de hacer un arroz chino, necesitaréis ingredientes chinos. En la actualidad son muy sencillos de encontrar porque hay varias tiendas de productos orientales. Aquí, en Madrid, en la plaza de Soledad Torres Acosta hay un supermercado llevado por chinos con una zona de comida oriental. No está mal, aunque donde yo hago mis compras es en Ta Tung Universal, en la calle Mozart número 5 (pegadito al centro comercial Príncipe Pío). Si vivís en Madrid os recomiendo esa tienda.
Cosas que vais a necesitar:
1.- Wok. A estas alturas no necesita presentación esa sartén oriental tan práctica.
2.- Aceite de cacahuete o soja. El aceite de cacahuete es el que yo uso, porque no aporta ningún sabor a los alimentos. Y es barato: la botella de litro cuesta un euro y algo. Si no se encontrase ninguno de los dos, servirá aceite de girasol. No uséis oliva porque da mucho sabor al plato y le da un regustillo español que en este caso no deseamos.
3.- Salsa de soja.
4.- Arroz jazmín. En España preparamos nuestro arroz tres delicias con el arroz de grano corto que usamos para la paella, pero eso no es correcto. Debe usarse un arroz de grano largo, que además engorda menos. El arroz jazmín se encuentra fácilmente en cualquier tienda de las descritas anteriormente. Su principal característica es su intenso aroma.
3.- Zanahoria en tiras.
4.- Brotes de soja.
5.- Jamón york.
5.- Huevos.
6.- Cualquier otro elemento que se quiera echar: guisantes, gambas...
7.- Un cazo de servir.
Con todo ello preparado, cortadito y listo (ya sabéis que el wok no te deja esperar), os ponéis manos a la obra.
Lo primero, el arroz. Para medirlo, yo uso una tacita diminuta que me dio mi madre. Una tacita de arroz por cada comensal. Cada cual use la cantidad que quiera. Ponemos el arroz en un colador grande y lo lavamos debajo del grifo, con agua abundante, para que pierda el almidón. Cuando el agua deje de salir turbia, está listo. Ponemos el arroz a secar.
Para la proporción de agua y los tiempos de cocción, consultad las instrucciones del paquete, porque a veces varían.
Cuando el arroz esté seco, echamos un poco de aceite en el wok y ponemos el fuego fuerte. Cuando el aceite esté caliente echamos el arroz y lo marcamos durante un minuto, sin dejar de remover. A continuación, el agua (generalmente, tres partes por cada una de arroz, pero como digo es mejor consultar el paquete). No echéis sal. Cuando comience la ebullición, bajad el fuego casi al mínimo, ponedle la tapa al wok y dejadlo 20 minutos (o lo que os digan las instrucciones del paquete). Mientras cuece, olisquead y sabréis por qué le llaman “arroz jazmín”. Comenzaréis a babear.
Mientras se hace, cogéis 2 ó 3 huevos (cantidad a gusto) y hacedlos revueltos, no demasiado hechos. Sí, huevos revueltos. El arroz frito tres delicias no lleva tortilla francesa. Si no me creéis, fijaos bien la próxima vez que vayáis a un restaurante chino. No es tortilla.
Dejáis el huevo revuelto aparte.
Cuando apartéis el arroz, dejadlo 5 minutos con la tapa puesta para que acabe de hacerse. Después apartáis el arroz, limpiáis el wok con papel de cocina, echáis más aceite y volvéis a poner el fuego al máximo. Ahora freiréis la zanahoria, los brotes de soja, el jamón york y cualquier otro ingrediente que vayáis a usar. No los echéis todos de golpe porque tienen diferentes tiempos.
Los apartáis y volvéis a echar aceite en el wok. Cuando esté caliente, echáis el arroz (porque es arroz frito tres delicias) y lo freís sin dejar de remover. Agregáis el huevo revuelto, dejáis la paleta a un lado y cogéis el cazo de servir. Esto parece raro, pero hacedme caso y os irá bien. Hay que revolver el arroz con el huevo, y la idea no es que se quede suelto al estilo español, sino aglutinado y pegadito. Recordad que la receta es china y es endemoniadamente difícil comerse el arroz con palillos si los granos bailan.
Para conseguir esa textura, hay que revolver con el cazo sin parar, y luego aplastar la mezcla con la parte exterior del cazo, dejar unos segundos y luego revolver de nuevo. Hay vídeo en Youtube donde muestran cómo hacerlo. Es fácil, podéis creerme.
Echáis después las verduras, removéis para que se mezclen los sabores y echáis salsa de soja. No rectifiquéis de sal hasta echar la salsa, porque ésta es salada.
Y ya sólo queda servirlo a la mesa. Buen provecho.